La contaminación del lubricante industrial -deterioro de sus propiedades fisicoquímicas- está considerada la principal causa del mal funcionamiento y deterioro de componentes, sistemas y equipos lubricados. De hecho, se encuentra presente en toda la cadena de lubricación; desde el almacenamiento de lubricantes hasta la operación de los equipos.
Evitar la contaminación requiere, inicialmente, ser conscientes del efecto negativo en la salud del lubricante y posteriormente controlar y evitar dicha contaminación mediante dispositivos adecuados.
Para evitar la contaminación es necesario utilizar filtros que retengan el contaminante y permitan alcanzar los niveles óptimos del lubricante, como los filtros desecantes o la filtración en línea que ayudan a controlar la entrada de humedad y partículas.
