El valor de i-pH (valor del pH inicial o pH de partida) es uno de los parámetros más importantes, junto al AN (número ácido) y BN (número básico), para poder evaluar el estado de los aceites de motores de gas y biogás, tanto nuevos como en uso. El término “inicial” se utiliza para diferenciar el valor del pH obtenido en medio orgánico del obtenido en medio acuoso.
Aunque el número ácido (AN) indica la concentración de componentes ácidos, no indica la fuerza de los mismos. Por ello, puede que a veces la medida del AN no sea suficiente para proporcionar una referencia fiable del potencial de corrosión de un aceite.
Sin embargo, el valor i-pH permite evaluar la degradación del aceite en servicio y representa la medida de los componentes ácidos disociados con el potencial de corrosividad hacia los metales.
Los resultados de este análisis detectan pequeñas cantidades de ácidos fuertes, y por lo tanto corrosivos, presentes en el aceite, incluso si el contenido total de compuestos ácidos (AN) todavía no ha aumentado significativamente. También indica los cambios relativos que se producen en el aceite bajo las condiciones de oxidación o por contaminación de los gases combustibles o de escape.
Este análisis es útil en aplicaciones en las que el aceite corrosivo puede causar daños considerables. Es también importante en sistemas de lubricación con un alto potencial a la formación de ácidos fuertes o la contaminación con estos.
Gracias a que el análisis de i-pH ofrece información crucial del estado del aceite y del motor, frecuentemente se incluye en las tablas de límites recomendados, alerta y peligro en las guías de mantenimiento de los diferentes fabricantes de motores y compañías de seguros.
Hasta el año 2014 no existía ningún método estandarizado que permitiese determinar este parámetro. Existían diversos métodos desarrollados tanto por los propios fabricantes de aceite como por los laboratorios de análisis de lubricantes.
El problema era que los resultados en la mayoría de los casos no podían ser comparados. Esto conllevaba a no saber qué pautas de mantenimiento se debían implementar a la vista de unos resultados obtenidos mediante análisis diferentes a los recomendados por el fabricante del motor y unos límites que no se podían aplicar.
Las diferencias fundamentales entre las diversas metodologías utilizadas hasta la aparición de la norma estandarizada, estaban relacionadas con el peso de muestra de aceite, la cantidad de disolvente, los tiempos de medida o criterios de terminación de la valoración.
Con la aparición de las normas ASTM se ha conseguido homogeneizar todas las variables existentes en la medida de pH para motores de gas y obtener unos resultados comparables a los de cualquier otro laboratorio y con las guías de mantenimiento de los diferentes fabricantes.
Método | Disolvente (ml) | Muestra (g) | Calibración |
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ASTM D7946 | 70 | 2.5 | pH: 4-7 Tampón acuoso |
MOBIL | 90 | 3.6 | pH: 2-4 Tampón acuoso |
JENBACHER | 125 | 5 | Tampón ASTM D664 |
Tabla. Comparación de los diferentes métodos de i-pH más utilizados actualmente
Los valores que se obtienen en la nueva metodología son sensiblemente más bajos que los obtenidos hasta el momento con uno de los más utilizados hasta la fecha, el método MOBIL.
Figura. Ejemplo de correlación entre métodos para la determinación del i-pH: MOBIL y ASTM D7946
Lubrication Management recomienda una serie de programas para el análisis de aceites para mantener los motores de gas en las mejores condiciones de trabajo.