Los fluidos diseñados para trabajar en aplicaciones de transferencia de calor a altas temperaturas (en torno a los 400ºC), están basados generalmente en mezclas de compuestos orgánicos aromáticos.
Las características óptimas que deben cumplir este tipo de fluidos son:
- Funcionar adecuadamente bajo condiciones de temperatura extremas
- Poseer una excelente estabilidad a la degradación térmica
- Baja permeación de hidrógeno a altas temperaturas para mantener el vacío en la instalación
- Buena bombeabilidad a bajas temperaturas
- Punto de congelación bajo
Uno de los fluidos más ampliamente utilizados en este tipo de instalaciones consiste en una mezcla binaria de difenil éter y bifenilo con diferentes porcentajes de cada uno de ellos.