El Dr. Luis Fernández Ruiz-Morón es director de proyectos en el Centro de I+D de Repsol. Entre sus responsabilidades se incluye la gestión de la sección de tribología. Recientemente ha participado en el congreso LUBMAT 2016 como keyspeaker. En esta entrevista Fernández Ruiz-Morón explica la importancia de la gestión de la lubricación.
1.- Las normativas ambientales cada vez más estrictas, las formulaciones cada vez más avanzadas y una industria que explora nuevas vías para ser cada vez más eficiente y competitiva son algunos de los motivos que están llevando a una transformación del mercado de los lubricantes. ¿En qué está consistiendo esta revolución?
Los lubricantes y el sector Oil & Gas en general están sufriendo un cambio profundo debido a los temas mencionados. Por el entorno en que nos movemos y su complejidad técnica, cada vez es más necesario el trabajo en red, en consorcio, en equipos multidisciplinares. El usuario final pide mejores prestaciones: mayor protección de sus máquinas y mayores periodos de cambio. Por su parte, las restricciones medioambientales limitan cada vez mayor número de sustancias empleadas en la formulación de lubricantes y obligan a los fabricantes de equipo a introducir cambios en sus diseños que reduzcan las emisiones de CO2, partículas y otros contaminantes: nuevos materiales, procesos, post-tratamientos, etc., que a su vez condicionan la composición de los lubricantes. Por último, cada vez se escuchan más voces reclamando una simplificación en las especificaciones de fabricantes y organismos internacionales como ACEA o API.
2.- En el desarrollo de lubricantes cada vez más avanzados, el papel de la tribología está siendo clave. ¿En qué sentido?
En la lucha por reducir emisiones de CO2 cada décima de ahorro cuenta. Avances en los sistemas de lubricación están demostrando ser la forma más efectiva (“cost-effective”). No sólo eso: Máquinas y motores más eficientes, ecológicos y avanzados requieren lubricantes más complejos: compatibles con biocombustibles y sus efectos negativos en control de la fricción, que convivan con el downsizing y el aumento del stress térmico asociado, que incorporen un sistema de modificadores de fricción que protejan frente al desgaste en los llamados grados ultraligeros, y que deben afrontar sistemas como el start-stop que multiplican los eventos fuera del régimen de lubricación hidrodinámico, por citar algunos ejemplos. Además, hay que mencionar los avances en recubrimientos de superficies, que están obligando a reconsiderar completamente la formulación del lubricante.
3.- ¿Qué beneficios obtiene a día de hoy una empresa industrial que haga una apuesta decidida por incorporar la gestión de la lubricación a su cadena de valor?
Durante muchos años el lubricante ha sido considerado por sus usuarios “una constante del proceso”, con la que había que convivir y adaptarse a ella. Hoy tenemos más de 1000 referencias de lubricantes que se adaptan a distintas aplicaciones. Muchos de esos lubricantes han sido desarrollados en exclusiva para un cliente concreto que ha conseguido aumentar su producción, mejorar su eficiencia o reducir sus costes de mantenimiento, incorporando lubricantes con las bases y aditivos apropiados y mediante un sistema de monitorización del aceite en servicio.
4.- Los principales expertos europeos en esta materia se dieron cita el 7 de junio en Bilbao en el marco del congreso LUBMAT. ¿Qué destacaría de esta edición del congreso?
Siendo de aquí, es para mí un orgullo ver cómo este congreso internacional organizado por la UCLA e IK4-TEKNIKER se ha consolidado año tras año y se ha convertido en una cita obligada de profesionales del sector de la lubricación y mantenimiento, fabricantes de equipos, científicos, tribólogos, químicos, físicos… No sólo por la calidad y novedad de las ponencias, sino por la oportunidad de encuentro (networking) en un entorno privilegiado como es Bilbao (en esta edición).
5.- Usted fue uno de los ponentes principales. ¿Nos puede resumir algunos de los temas que trató en su conferencia?
En mi charla describo el entorno y situación en la que nos encontramos, y que hemos comentado durante la entrevista. A continuación hago un repaso de cómo afectan esos cambios medioambientales, económicos, políticos y técnicos, a la formulación de lubricantes. En concreto repasamos el empleo de bases sintéticas y nuevos modificadores de fricción y sistemas de aditivación, la complejidad de las actuales especificaciones (nuevas ACEA 2016), el fenómeno de LSPI (Low Speed Pre-Ignition), y el ensayo de propiedades fuel economy y la durabilidad (retención) de prestaciones.