El mercado global de los motores de gas está creciendo en los últimos años. En Europa, el número de motores utilizados en cogeneración ha aumentado considerablemente en los últimos 10 años. Se estima que existen entre 15.000 y 20.000 unidades, lo que supone entre un 13-16% del volumen mundial.
Se estima que existen entre 30 y 35 fabricantes de motores de gas a nivel mundial, de los cuales entre 8 y 10 son quienes producen aproximadamente el 90% de los motores.
Aproximadamente el 75% de los motores de gas utilizados en Europa han sido fabricados por fabricantes originales de equipos europeos. Aunque Caterpillar y Waukesha son los fabricantes más fuertes a nivel mundial, en Europa los principales son Jenbacher (GE), Deutz MWM y MAN.
Los motores de gas operan bajo un amplio rango de condiciones de trabajo; desde climas extremadamente fríos hasta lugares muy cálidos con alta humedad.
Asimismo, los diseños de los motores de gas pueden variar ampliamente, desde los verticales en línea hasta los diseños en V, también pueden ser de dos o cuatro tiempos, etc., lo que hace que sean únicos en la monitorización de la condición.
En la mayoría de los casos, los fabricantes de motores se han limitado en realizar pequeñas modificaciones en los mismos para su adaptación a los nuevos tipos de combustibles (gas natural, gas de vertedero, etc.). Por lo tanto, el comportamiento de los motores es totalmente diferente dependiendo del modelo, lo que ha forzado a algunos fabricantes a definir unas especificaciones propias del lubricante utilizado en dichas aplicaciones.
En cuanto a emisiones, cada país cuenta con legislaciones medioambientales propias a la que es necesario adaptarse.
En este contexto, se ha creado la necesidad de desarrollar diferentes formulaciones de los aceites utilizados; desde aceites sin cenizas hasta aceites con medio o alto contenido en cenizas.
Probablemente la tecnología más eficaz para monitorizar el estado de un motor de gas sea el análisis de aceite. Desafortunadamente, muchas empresas que se dedican al mantenimiento de motores de gas no consideran al lubricante como un componente más de la máquina que debe ser monitorizado.
Como consecuencia se ha visto la necesidad de desarrollar nuevas metodologías de análisis de aceite. Esto también ha conllevado la necesidad de actualizar las guías de mantenimiento de los fabricantes, tanto del aceite como de los motores, ya que en la mayoría de los casos o no estaban actualizadas o había carencias en la información proporcionada para poder realizar el diagnóstico de una manera adecuada.