A finales de los 50 del siglo pasado, un pequeño grupo de emprendedores de Ohio (Estados Unidos) dedicados al mantenimiento preventivo y motivados por una necesidad económica, desarrollaron una herramienta capaz de detectar anomalías en ciertos tipos de motores eléctricos que generaban continuados problemas mecánicos.
Las paradas de las máquinas en algunos procesos de producción implicaban costes altos y evitarlos, significaba importantes ahorros de dinero. De esta forma se dieron los primeros pasos en el desarrollo de lo que hoy se conoce como mantenimiento predictivo.
Actualmente, el mantenimiento predictivo (PdM) es la herramienta mejor implantada en el marco de la industria mundial. Se estima que entre un 56 y 64% de las plantas industriales del mundo tienen implementada alguna herramienta de PdM. En países desarrollados cerca del 77% tienen un programa de mantenimiento predictivo establecido y en funcionamiento.
Pero, ¿cuánto de efectivos son en la actualidad los programas de mantenimiento predictivo implantados en la industria? En la mayoría de los casos depende de muchos factores: el tipo de herramientas utilizadas, el tiempo de análisis y respuesta, el factor humano, la disponibilidad de la información, la aplicabilidad de las recomendaciones y un largo etc.
Lo que sí es cierto, es que a lo largo de las últimas décadas la industria ha generado una gran cantidad de información proveniente de los programas PdM, que en la mayoría de los casos se utiliza para implantar mejoras en las plantas industriales.